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Ganvam pide no trasladar a la empresa la responsabilidad del contagio cuando estamos ante un asunto de salud pública

Propone a los servicios de prevención de riesgos laborales implicarse en el desarrollo de un protocolo específico para la distribución que profundice en el texto actual.

Denuncia que traslada al sector privado obligaciones de difícil cumplimiento como son la provisión de EPI.

Madrid, 14 de abril de 2020.- Con la vista puesta en la reactivación progresiva de la actividad del sector automoción, la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) pide al Ministerio de Sanidad no derivar al sector privado la responsabilidad de evitar el contagio de la COVID-19, cuando debe tratarse como una cuestión de salud pública.

La patronal de la distribución recuerda que la última guía de buenas prácticas distribuida por el Ministerio de Sanidad el pasado día 11 con el protocolo para evitar el contagio en los centros de trabajo hace que recaigan en la empresa obligaciones que no puede cumplir, dejándolas en una situación de desprotección e inseguridad jurídica.

En este sentido, Ganvam hace referencia, por ejemplo, a la obligación de que sea la empresa la que facilite los equipos de protección individual (EPI) adecuados para evitar riesgos, algo indispensable en el caso de la actividad en los talleres. En opinión de su presidente, Raúl Palacios, “si tenemos en cuenta la necesidad de recurrir a proveedores internacionales ante la falta de material en el mercado nacional, con plazos de entrega que están lejos de ser inmediatos y muchas veces con la necesidad de recurrir a terceros para verificar la homologación, estamos sin duda ante una obligación que no resulta fácil de cumplir en estos momentos, máxime cuando muchas empresas han donado su material al sector sanitario”.

La patronal de la distribución también pone el acento en las dificultades para que una empresa del sector ponga en marcha medidas para minimizar el contacto entre las personas trabajadoras y los clientes o público. En este sentido, reconoce, por ejemplo, la imposibilidad de garantizar de forma fidedigna, más allá de una declaración firmada, que tanto el vehículo que se entrega al cliente como sobre el que va a intervenir un trabajador esté descontaminado ante la falta de un protocolo homologado para higienizarlo.

De esta forma, Ganvam considera necesario seguir avanzando en el desarrollo de un cuaderno de recomendaciones específico y exhaustivo para la distribución del automóvil que, por un lado, llene los vacíos que Sanidad deja sin respuesta y que, por otro, permita seguir completando los pasos que ya se han dado en el sector; “que si bien van en la buena dirección no dejan de ser, de momento, un parche dentro de las recomendaciones para la industria”, apunta Palacios.

Así, pide a los servicios de prevención de riesgos laborales de cada empresa que, teniendo en cuenta las limitaciones actuales, les apoyen en la elaboración del procedimiento que cada negocio debe adoptar para realmente impedir el riesgo de contagio de los trabajadores y los clientes; ya que si no puede evitarlo, debería recomendar el cierre.

En este sentido, Ganvam ha abierto una vía de trabajo con las asociaciones de prevención de riesgos laborales y con el resto de asociaciones del sector de la distribución orientada a la elaboración de un protocolo marco que actúe como paraguas especialmente en el ámbito de la posventa.

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